Tras su primera implementación, el Proyecto MIR ha podido constatar ampliamente sus objetivos generales: demostrar, desde la práctica clínica y artística, el impacto beneficioso de la música en directo en determinado tipo de pacientes. Los dos colectivos profesionales implicados —sanitarios y músicos— consideran, en muy alto procentaje, que la música en directo es muy positiva para los pacientes, y la utilizarían habitualmente como práctica complementaria a su trabajo. Desde el punto de vista psicosocial, los beneficios del Proyecto MIR en el bienestar de pacientes, familiares y profesionales han quedado claramente demostrados, cuestión que incide positivamente sobre la salud mental de todos los colectivos implicados.
En cuanto a los datos de los estudios científicos realizados, se hace evidente la necesidad de seguir investigando para poder arrojar resultados concluyentes, pues los datos obtenidos no confirman al 100% ese beneficio. Sin embargo, haber podido llevar a cabo el primer estudio científico de esta índole y magnitud, comprobar la impecable complementariedad de la música y la practica clínica, y constatar el buen funcionamiento de las alianzas entre sector público, filantropía privada y tercer sector, supone el pistoletazo de salida para implementarlo en nuestro país. Podemos afirmar que el verdadero valor añadido del Proyecto MIR se basa en el éxito de estos tres pilares, y menos en las cifras concretas que puedan arrojar los estudios. Por otra parte, en los últimos años se ha publicado abundante literatura científica que avala los efectos positivos de la música en diferentes casos clínicos —incluida en las últimas directrices de la Organización Mundial de la Salud y de la Comisión Europea sobre arte y salud—. Por tanto, el Proyecto MIR ya está preparado y legitimado para orientar su peso de la investigación a la implementación.
Es crucial hacer un llamamiento a la colaboración en red entre los sectores de la sanidad y la cultura por un objetivo común: colocar la cultura como una herramienta más en la búsqueda de la salud y el bienestar de las personas. Desde Cultura en Vena trabajamos para articular y definir una necesidad sociosanitaria real que lleve a las instituciones a crear los marcos legislativos necesarios para que las prácticas artísticas se integren en los protocolos sanitarios como una realidad justificada, estable y duradera.
La cultura beneficia seriamente la salud.
