¿Puede haber una solución a través de las artes que sea accesible, rentable, transversal, y que coloque al paciente en el centro de atención para mejorar su salud y bienestar?
Tras cuatro años observando los increíbles efectos secundarios de la música en directo en infinidad de pacientes durante las intervenciones llevadas a cabo en hospitales por la asociación Música en Vena, su entonces director, Juan Alberto García de Cubas —hoy presidente de Cultura en Vena— impulsó un proyecto de investigación para demostrar científicamente estos efectos. Así nació en 2016 el Proyecto MIR: los Músicos Internos Residentes, cuya terminología paralela a la de Médico Interno Residente alude a la inserción del músico profesional como parte de la plantilla habitual del hospital.
El Proyecto MIR persigue demostrar clínicamente el impacto positivo de la música
en la salud de los pacientes, empleando para ello a jóvenes músicos en situación de
desempleo.
«Habíamos realizado cientos de conciertos, trabajado con miles de músicos y beneficiado a muchos más pacientes que habían sido transformados por la belleza de la música. Así fue como pusimos en marcha, desde la asociación Música en Vena, siete estudios clínicos sin precedentes, con la fundamental colaboración del Hospital 12 de Octubre y tras la aprobación del Comité Ético de Investigación Clínica del mismo hospital», explica Juan Alberto García de Cubas, que continúa al frente del Proyecto MIR, ahora desde la fundación Cultura en Vena.
Así pues, el Proyecto MIR se creó con la capacidad de generar un triple impacto:
– Humanización hospitalaria: mejorar los protocolos clínicos a través de la experiencia de la música en directo, ofrecida por un músico profesional de alto nivel.
– Investigación clínica: contribuir a la búsqueda de evidencias científicas sobre los beneficios de la música en la salud de las personas.
– Empleabilidad del músico: generar nuevos circuitos que impliquen vías innovadoras de desarrollo profesional a jóvenes músicos en situación de desempleo.
Dentro del objetivo general de Cultura en Vena de implementar las prácticas artísticas en los entornos hospitalarios, el Proyecto MIR tiene como fin más específico normalizar la presencia del músico en los protocolos clínicos, respaldada por evidencias científicas que justifican el empleo de la música en directo en ciertos tratamientos médicos.
Los pacientes mejoran, los médicos se sorprenden de los resultados, los músicos
encuentran un medio: un proyecto necesario.
¿Qué busca el Proyecto MIR?
Los principales objetivos del Proyecto MIR son cinco:
– Demostrar los efectos positivos de la música en pacientes ingresados en el hospital.
– Demostrar que la música en directo es una terapia complementaria dentro de los
protocolos de humanización en los entornos sanitarios.
– Generar empleabilidad entre jóvenes músicos que se encuentran en situación de
desempleo.
– Integrar la música en el método científico como mejora del proceso de enfermedad y de calidad percibida en pacientes, familiares y personal sanitario.
– Crear nuevos circuitos para la música, el arte y la cultura.
En 2016 arrancaron siete investigaciones clínicas en las especialidades de Medicina
Intensiva, Neonatología, Rehabilitación, Hematología, Cardiología, Medicina del Trabajo y Neurología en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, cuya investigación fue previamente aprobada por el Comité Ético de Investigación Clínica de dicho hospital. Para ello, y durante tres años, se contrataron 46 Músicos Internos Residentes.
Veamos a continuación cómo se hizo y de qué manera podría implantarse el modelo en diferentes hospitales de España.