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Siete estudios clínicos

Rehabilitación

FICHA TÉCNICA

QUÉ Relación entre las intervenciones musicales en directo y el dolor pélvico crónico.

QUIÉN Servicio de Medicina Física y Rehabilitación dirigido por el Dr. Jesús Vara.

POR QUÉ El dolor pélvico de carácter agudo es relativamente sencillo de evaluar, diagnosticar y tratar. Sin embargo, en los pacientes con dolor pélvico crónico el diagnóstico es complejo, con frecuencia tardío, y deben ser evaluados y tratados en una unidad clínica por multidisciplinar. Dada la complejidad de estos cuadros, las pacientes con dolor pélvico crónico (en su mayoría son mujeres) deben ser evaluadas desde un enfoque multidisciplinar, incluyendo en la anamnesis una valoración de su entorno familiar y psicosocial. La actitud terapéutica debe estar basada en todo lo anterior, empleando todos los recursos de tratamiento disponibles: conservador (rehabilitación, terapia farmacológica y psicológica) y quirúrgico, en la que la laparoscopia está alcanzando un papel cada vez más protagonista, como opción última.

El dolor crónico pélvico es una entidad de difícil manejo clínico en la que intervienen diver sos mecanismos de producción, tanto por la variedad de estructuras anatómicas implicadas como por su cronicidad sin olvidar la «memoria del dolor» como agente causal. Las opciones terapéuticas actuales no ofrecen resultados definitivos para este síndrome, proponiendo la evaluación científica de la eficacia de la musicoterapia como parte de la terapia en este estudio y poder valorar la calidad de vida después del tratamiento.

No hay estudios publicados hasta el momento sobre musicoterapia y dolor pélvico crónico en la literatura consultada (PubMed, EMBASE). La hipótesis de este estudio es que la música en directo asociada a la rehabilitación puede mejorar la calidad de vida en pacientes con SDPC..

CÓMO El estudio analiza los efectos de la exposición a música en directo de pacientes con dolor crónico pélvico que acuden de manera ambulatoria. Estos pacientes acuden de manera regular al Hospital 12 de Octubre sin estar ingresados en el centro. Reciben en el grupo de tratamiento la intervención de rehabilitación (masoterapia, cinesiterapia, TENS —Transcutaneous electrical nerve stimulation—, Neuromodulación percutánea del tibial posterior) y la intervención con música en directo. Se realiza una evaluación clínica del dolor, exploración física, medición de parámetros fisiológicos además de una medición instrumental basada en escalas validadas.

CARACTERÍSTICAS DEL SERVICIO

Situación de los pacientes

Nos encontramos frente a un paciente que frecuentemente ha visitado varios especialistas y realizado múltiples pruebas diagnósticas sin obtener resultados satisfactorios. El síndrome de dolor pélvico crónico (SDPC) es una patología que ocurre con mayor frecuencia en la mujer.

El DPC puede ser referido como dolor en región pélvica, pudiendo asociarse a dispareunia, vulvodinia e hipertonía de la musculatura del suelo pélvico.

Puede ser de origen ginecológico (cíclico o no cíclico), urológico, gastrointestinal, musculoesquelético o psiquiátrico. Entre las causas orgánicas más frecuentes se encuentran: cistitis intersticial, endometriosis, neuropatía del nervio pudendo, y síndromes de dolor miofascial.

Las estructuras anatómicas más afectadas son el músculo elevador del ano (compuesto por  3 fascículos: puborectal, pubocoxígeo y el ileocoxígeo), el músculo obturador interno y el músculo piramidal; así como los nervios pudendo y obturador. Sin embargo, existe un número de pacientes en las que no se encuentra una clara etiología del dolor, pudiendo persistir a pesar del tratamiento realizado.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Las pruebas complementarias más frecuentemente utilizadas en la práctica diaria son analítica, ecografía ginecológica y de vías urinarias, la RMN pélvica (fundamentalmente de suelo pélvico), y el EMG.

El tratamiento depende de la etiología del dolor, aunque en un número no desdeñable de pacientes no se encuentre un único agente etiológico. El tratamiento conservador del SDPC incluye terapia farmacológica (No AINE, Tramadol, Gabapentina/ Pregabalina, Diazepan local) y terapia de rehabilitación.

Desde noviembre del 2015 la unidad de suelo pélvico del Servicio de Rehabilitación participa junto con otras especialidades en la evaluación multidisciplinaria de este síndrome, con objeto de mejorar el abordaje clínico-terapéutico. Los Servicios implicados en el manejo de esta patología son además de Rehabilitación, Ginecología, Urología, Gastroenterología, Psiquiatría y Unidad del dolor.

Los pacientes son remitidos a la consulta de rehabilitación para evaluación, instauración de terapia de tratamiento conservador y control evolutivo. La procedencia es desde las consultas de Ginecología orgánica, Ginecología de Suelo Pélvico, Urología, Aparato Digestivo y la Unidad del dolor.

La Unidad de Suelo Pélvico está formada por un médico rehabilitador especializado en patología de suelo pélvico (Dr. Vara Paniagua) y tres fisioterapeutas, igualmente especializadas en esta patología.

Una vez valorado el paciente por el médico rehabilitador, tras una evaluación clínica y de las pruebas complementarias según cada caso (analítica, ecografía, RMN, EMG), este prescribe el tratamiento de rehabilitación más adecuado para cada paciente. .

Un hospital es radicalmente diferente a un escenario: desde la luz y los ruidos de las máquinas, hasta la sensibilidad extrema del que escucha y todos los imprevistos posibles. El MIR ha de ser, física y emocionalmente, un músico todoterreno.

OBJETIVOS

Analizar el efecto de la música asociada a un programa de rehabilitación en pacientes con dolor pélvico crónico (DPC). 

CONCLUSIONES PRELIMINARES

En este estudio no se encontró que la música en directo asociada al tratamiento habitual mejorara el pronóstico terapéutico en la mujer con DPC. 

Este hecho puede deberse, tanto a un peor estado basal de la paciente como al mayor número de abandonos en el grupo de intervención. Así mismo, otras limitaciones del estudio fueron el pequeño número de pacientes y el haber aleatorizado los grupos sin estratificar según el dolor basal, lo que puede haber contribuido a no obtener diferencias significativas entre ambos tratamientos.