Joaquín Sorolla Bastida
Nadadora, Jávea / Nadadora Xàbia
1905
Óleo sobre lienzo
107,50 x 180cm
© Museo Sorolla, no inv. 00718.
El mar impone un ritmo, y el hospital también. La percepción sobre el propio cuerpo puede cambiar y nuestra actitud ante esto se vuelve determinante. Podemos sentir que algunas capacidades de nuestro cuerpo han menguado, al mismo tiempo que otras se desarrollan.
Me interesa ponerme en la misma línea horizontal del mar, paralela al fondo. Se trata de una cuestión de distintas velocidades. En la tierra todo pesa más, pero suceden más cosas. Aquí dentro estoy flotando como un alga.
Invierto el centro de gravedad y ahora el foco está en la tripa y en las rodillas, que son lo que me mantiene a flote. No siempre andamos en vertical. También suceden cosas cuando todo se detiene. Recuerdo de niña cuando jugaba a hacer volteretas en el agua y distintas figuras. Hacía el cocodrilo, pegando la tripa al fondo del mar y andando con las manos pegadas a los hombros. También el delfín, y la sirena, poniendo muy juntas las piernas.
Ahora soy un animal distinto, porque mi cuerpo y mi movilidad han cambiado. Pero yo ya sabía desde niña que en el agua pueden entrar todos los animales.
Yo soy la mejor prueba de que los contrarios no se resuelven: se sostienen.
M’interessa posar-me en la mateixa línia horitzontal de la mar, paral·lela al fons. Es tracta d’una qüestió de diferents velocitats. En la terra tot pesa més, però ocorren més coses. Ací dins estic surant com una alga.
Invertisc el centre de gravetat i ara el focus està en la panxa i en els genolls, que són el que em manté flotant. No sempre caminem en vertical. També s’esdevenen coses quan tot es deté. Recorde de xiqueta quan jugava a fer volantins en l’aigua i diferents figures. Feia el cocodril, tocant amb la panxa el fons de la mar i caminant amb les mans en els muscles. També el dofí, i la sirena, posant molt juntes les cames.
Ara soc un animal diferent, perquè el meu cos i la meua mobilitat han canviat. Però jo ja sabia des de xiqueta que en l’aigua poden entrar tots els animals.
Jo soc la millor prova que els contraris no es resolen: se sostenen.