Francisco de Goya y Lucientes
Los zancos
1791 – 1792
Óleo sobre lienzo
268 x 320 cm
© Museo Nacional del Prado
P000801
La madera suena contra la tierra y se hunde. A la izquierda hay unos hombres embozados, quién sabe si desobedeciendo la ley de 1766 que había prohibido las capas largas, los sombreros calados y recorrer las calles con la cara tapada. Fue una orden del entonces ministro de Carlos III, el marqués de Esquilache, bajo la premisa de que las capas y sombreros podían ocultar armas. Ante las normas impuestas desde arriba, el pueblo de Madrid reaccionaba según los usos y costumbres que identificaban como propios. Los zancos fue realizada entre 1791 y 1792, justo antes de que Goya enfermara, y justo cuando comenzaba a pintar retratos para la familia real. Como si estuviera hablando de las dificultades que había pasado y las que llegarían, Goya parece decirnos: “Me apoyaré donde pueda: la altura es solo tardar un poco más en llegar. Saltaré de piedra en piedra y si no puedo vencer en la tierra, lo haré en el aire, jugando a lo que yo quiero jugar”.