Autora: Julieta, 15 años
Aula Hospitalaria del Hospital Infantil Niño Jesús (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: sorpresa, miedo, amor, calma
Entre los humanos hay historias que simplemente son eso, historias para niños, pero lo que no saben es que son reales. En las profundidades de los bosques se encuentran manadas de licántropos. En los lugares más alejados de los humanos están los vampiros y en lugares llenos de fauna hay gente que tiene una conexión con la naturaleza, las ninfas. Estas especies tienen una diosa, la Diosa Luna, quien les dio vida y una pareja destinada.
A la pareja de los licántropos se le denomina “mate”, la encuentran a partir de su transformación a los dieciocho años cuando obtienen a su lobo y la identifican por su olor, el cual es delicioso para ellos.
Todos ellos viven en armonía a través de un tratado de paz
Los vampiros tienen como pareja a su “tua cantante” a la que encuentran después de hacer la transición para ser cien por cien vampiro. La identifican por el olor de su sangre que, para su olfato, será la más deliciosa del mundo.
Por último, las ninfas que tienen como pareja a su “compatible” y la encuentran al cumplir la mayoría de edad, al descubrir qué tipo de ninfa son. Saben que es su “compatible” ya que cuando hacen contacto visual sienten una corriente por todo el cuerpo.
Todos ellos viven en armonía a través de un tratado de paz, donde a los licántropos se les prohíbe alimentarse de los animales que habitan en el territorio de las ninfas y atacar a un vampiro sin justificación.
Los vampiros no pueden cazar a los licántropos ni a los animales de las ninfas, y estas no pueden usar su belleza ni sus habilidades mágicas contra los otros. Claro, hay unos que se saltan las normas y tienen un castigo dependiendo de qué tan grave es lo que hicieron.
Luego, estoy yo que soy una híbrida pues soy hija de la Diosa Luna, quien me mandó a convivir entre ellos para que nada se salga de control, en cuyo caso debo de intervenir y tomar las medidas necesarias.
