Francisco de Goya y Lucientes
El pelele
1791 – 1792
Óleo sobre lienzo
267 x 160 cm
© Museo Nacional del Prado
P000802
El pelele forma parte de la última serie de cartones que realizó Goya antes de caer enfermo en 1792. En época de carnaval era frecuente en Madrid y en otras zonas de España mantear un muñeco que encarnase algún personaje o formara parte de algún ritual de iniciación. Esto podía ser tanto una boda como un evento de carácter festivo. Goya, muy cercano a los círculos que eran críticos con el rey, se pregunta cómo hacer una sátira, y al mismo tiempo, conservar su reciente nombramiento como pintor real. El Pelele, que estaba destinado a ser colocado en el despacho del rey Carlos IV en el Palacio de El Escorial, esconde algunos misterios: ¿se trata de una representación de Carlos IV, caricaturizado como un muñeco en manos de Mª Luisa de Parma? ¿es acaso una alusión al cambio constante de ministros en una época donde imperaba la inestabilidad política? ¿se trata de una mera aproximación con valor decorativo a ciertos ritos populares? Si pensamos en dónde iría situada la obra, no podemos dejar de sonreír al pensar en el atrevimiento de Goya. Los retos, aunque sean silenciosos, siempre dejan huella.