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CULTURA
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Pequeños Pacientes, Grandes Lectores 4

El camino que no va a ningún lado

Autora: Billie Ana Gallego Derillo
Alumna de CEIPSO Santo Ángel de la Guarda (Chapinería)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría, motivación

Capítulo 1

Érase una vez una niña llamada Marta que vivía en un pueblo pequeño llamado Matadeon de los Oteros. Ese pueblo tiene una gran leyenda que es: “En este pueblo hay tres caminos, uno va a la playa, el otro va al aeropuerto y el último no va a ningún lado”. Así es, no va a ningún lado. 

Venga mamá, ¡vamos a llegar tarde al cole!dice Marta. 

¡Es verdad! No me había dado cuenta-le dijo Julia. 

Marta y su madre van al cole. Marta va a 6ºB de primaria en el cole. Están organizando un espectáculo para recaudar dinero e irse al parque de atracciones de León. El espectáculo va sobre la leyenda del pueblo. Marta tiene una mejor amiga llamada Elena, que está ‘muy loca’ pero es lo que a Marta más le gusta de ella. (Practicando el espectáculo): 

¡¡¡VEGA!!! No te duermas-exclamó Ana. 

¡Que no, que no, que no (hasta el infinito), no estoy dormida!gritó Vega. 

No, claro (en tono de ironía)dijo Toni cabreado. 

Vale ya, ¡parad de pelearos!exigió Julia. 

Capítulo 2

Julia es la madre de Marta y también es la profesora de 6ºB. A Marta no le gusta mucho que su madre sea la profesora, le da un poco de vergüenza a veces, pero se va acostumbrando. Bueno, vamos a lo que vamos y no nos enrollemos más. Marta y su mejor amiga Elena siempre han querido ir al camino que no va a ningún lado, pero claro todo el mundo les dice que “el camino no va a ningún lado”. Se lo repiten una y otra vez, pero ellas quieren ir. 

No es justodicen. Queremos investigarafirman las dos niñas curiosas. 

Pero ya os hemos dicho que ese camino no va a ningún lado-les dijo el alcalde. Pero las chicas no les quieren hacer caso. Entonces piensan un plan. 

La noche de este viernes mentimos a nuestros padres diciéndoles que vamos a la pizzería pero vamos al camino que no va a ningún ladoexplica Marta. 

¿No es un poco locura?le respondió Elena. 

¡Ya! pero me gustadice Marta. 

A mi no es que me encante el plan, pero me chiflan las aventurasle contesta Elena. 

Eso es verdadle dice Marta.

En este pueblo hay tres caminos, uno va a la playa, el otro va al aeropuerto y el último no va a ningún lado.

Capítulo 3

La noche del viernes Marta y Elena fueron al camino que no va a ningún lado. ¡Pero pasó algo inesperado! Sus padres les habían puesto un chip rastreador y les esperaba al principio del camino. 

¡Mecachis!exclamó Marta. 

Lo podríamos haber pensadodijo Elena. 

¡Jo! ¡Entonces significa que nos tenemos que inventar otro plan!dijo Marta. 

¡No valeeee!chilló Elena. 

Entonces idearon otro plan: 

Mañana por la tarde, nos vamos al camino que no va a ningún lado y si nos dicen algo, les diré que me da igualdijo Elena. 

Y no se rindieron. Entonces fueron y al final no fue muy difícil. Sus padres les habían quitado el chip rastreador antes de irse a trabajar porque las dejaban con la señorita Rosaura. 

Capítulo 4

La señorita Rosaura es la vecina de Marta (Marta vive en el número 14 y Rosaura en el 16). Marta la conoce desde muy pequeña, la llaman ‘la señorita anticuada’ porque solo tiene unos 199 años. Y claro, ‘la señorita anticuada’ les deja hacer lo que quieren (de hecho, se duerme en su sillón cuando las cuida). 

Entonces Marta y Elena se fueron al camino que no va a ningún lado. Estuvieron varias horas andando pero de repente vieron algo raro: ¡Una barrera! Pero como nunca se han rendido, ¡saltaron la barrera! 

Y de repente vieron algo que jamás habían visto: Un paisaje con un río y una cascada. Y lo más alucinante, un parque hecho de madera y ramas y dos columpios gigantes. Estaba todo súper bonito, se quedaron un rato jugando y después se fueron a casa. En el camino de vuelta, como les había gustado tanto, decidieron guardar el secreto. A partir de ese día, cada vez que querían tranquilizarse o querían estar solas, iban allí. ¡Este es el verdadero paraíso! 

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