Joaquín Sorolla Bastida
Clotilde en traje de noche / Clotilde en vestit de nit
1910
Óleo sobre lienzo
150 x 105cm
© Museo Sorolla, no inv. 00949.
A veces es difícil aceptar un cambio vital que no hemos elegido. Con frecuencia la enfermedad llega sin avisar: incluso suele invitarnos a explorar nuestro lado menos luminoso. ¿Alguna vez un problema de salud te ha llevado revisar aspectos de tu vida que necesitaban atención?
«A lo oscuro a través de lo más oscuro; a lo desconocido a través de lo más desconocido». Eso recomienda Carl Gustav Jung —psiquiatra y psicólogo suizo de principios del siglo XX— para adentrarse en lo que, a priori, puede dar miedo.
Me dijiste: «¿Por qué?» y yo te respondí con eso. No sé cómo explicártelo mejor. No entiendes por qué ahora tienes que ponerte el traje de noche. Yo tampoco sé por qué nos llega la enfermedad. Pero sí sé que a veces hay que cambiar de traje. Es ley de vida. Cuando hay un exceso de luz solar, es como si el cuerpo pesara demasiado, y este necesita explorar otros estados para descansar. La noche es el territorio lunar, de las sombras que parecen perros de tu misma altura; son las travesías por el río cuando nadie nos ve, con el agua oscura por la cintura, luchando contra la corriente.
Solo te queda aceptar ese vestido. Si lo haces descubrirás que llevas también un collar dorado y una flor blanca. Estás lista para mirarte.
«A la foscor a través d’allò més fosc; al que és desconegut a través d’allò més desconegut». Això recomana Carl Gustav Jung —psiquiatre i psicòleg suís de principis del segle XX— per a endinsar-se en el que, a priori, pot fer por.
Em vas dir: «Per què?» i jo et vaig respondre amb açò. No sé com explicar-t’ho millor. No entens per què ara has de posar-te el vestit de nit. Jo tampoc sé per què ens arriba la malaltia. Però sí que sé que de vegades cal canviar de vestit. És llei de vida. Quan hi ha un excés de llum solar, és com si el cos pesara massa, i aquest necessita explorar altres estats per a descansar. La nit és el territori lunar, de les ombres que semblen gossos de la teua mateixa altura; són les travessies pel riu quan ningú ens veu, amb l’aigua fosca per la cintura, lluitant contra corrent.
Només et queda acceptar eixe vestit. Si ho fas descobriràs que portes també un collar daurat i una flor blanca. Estàs llesta per a mirar-te.