Autor: Hamza Amarti
Alumno de CEIPSO Santo Ángel de la Guarda (Chapinería)
Emociones que encontrarás en este cuento: ira, tristeza
Érase una vez, una Súper Oreo que estaba tranquilamente en su guarida. De repente, sonó la alarma de emergencia y fue a ver por las cámaras… ¡se encontró con el mismísimo Doctor Maloliente! Fue rápidamente a cambiarse y fue volando a su guarida.
Cuando llegó, vio trampas y llamó a su amigo Cookie. Cuando llegó, atravesaron las trampas y vieron al Doctor Maloliente tramando ‘una de las suyas’. Se acercaron con cuidado y le pillaron: Estaba construyendo una pistola minimizadora que hacía encoger a la persona al dispararle. Después, disparará a Cookie y se encogerá.
Rápidamente a Oreo se le ocurrió un plan: Lo atrapó y llamó a la policía. Estaba en camino.
Su invento era una máquina que te hacía ir lento durante dos minutos.
Después de 10 minutos, la policía llegó y se dieron cuenta de que era la persona que se escapó hace un mes. La policía se lo agradeció un montón de veces. Super Oreo y Super Cookie volvieron a su guarida.
Unos días después, el Doctor Maloliente se escapó otra vez de la cárcel y se construyó una guarida al otro lado del mundo. Cuando Super Oreo y Super Cookie se enteraron, rápidamente crearon un plan y compraron un vuelo al otro lado del mundo. Antes de que se fueran, dejaron unos robots para proteger la ciudad. El vuelo duraba un día. Cuando llegaron, con su localizador le encontraron, pero era un poco tarde. El Doctor Maloliente sabía que iban a venir muy rápido y los pilló.
Su invento era una máquina que te hacía ir lento durante dos minutos. Al verles, les disparó un tiro y en vez de hacerse lentos, se volvieron el doble de rápido y le atraparon. En vez de llevarle a la cárcel, le mandaron a la luna en un cohete durante dos días, para que no volviese a hacerlo. Además, una cámara le vigilaba y se pasó dos días durmiendo. Cuando llegó, estaba durmiendo y cuando se despertó, le dijo a Super Oreo y Super Cookie que se quería unir a ellos y le dejaron.