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CULTURA
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Cultura de Urgencias_1ª Edición

Iris Pardo Viñes

El amor también cura
Iris Pardo Viñes (España)

2020. Fotografía y dibujo digital
Obra seleccionada 1ª edición

“Hace dos años que realicé esta fotografía en el hospital, mientras acompañaba a mi abuela tras su segundo ictus. Ya aprendimos en el primero a comunicarnos con ella debido a que se inventaba las palabras, y aunque al principio nos costó entenderla, poco a poco aprendimos. De hecho, esa fue la única secuela significativa de aquel ictus, ya que al principio se quedó paralizada de medio cuerpo, pero ella siempre fue una mujer muy fuerte y poco a poco se recuperó totalmente.

Habían pasado ocho años desde entonces cuando tuvo el segundo. Escuché que no se suelen superar. Al verla exactamente igual, recordando el momento y explicando lo que le había pasado, me sentí muy feliz por ver que estaba bien. De repente, al incorporarse, vi como sus ojos se movían muy rápido. Los médicos nos explicaron que la epilepsia es común en estos casos, y que con una medicación adecuada no habría ningún problema.

No reaccionaba. Me pedían paciencia y lo relacionaban con el episodio de epilepsia, pero a los pocos días los médicos nos comunicaron que seguramente no volvería a la normalidad, y que no era consciente de nada.

Yo era incapaz de soltar su mano. Algo me decía que ella estaba ahí, incapaz de comunicarse, y que debía hacerle compañía de alguna forma que lo pudiese sentir. Pasaba el día y la noche con el sillón pegado a la cama para poder cogerle la mano, incluso dormía con la mano estirada sobre su cama. Podía intuir cómo la gente pensaba que estaba perdiendo el tiempo por no querer aceptar su pérdida. Pero un día acarició mi cara.

No puedo explicar lo que sentí con palabras. Empezamos a comunicarnos a través de la mano. Un apretón significaba «no»; dos, «sí». Mi abuela despertó, intentó levantarse durante días, luchó por comer y recuperarse, pero poco a poco le ganó la enfermedad. Los médicos nos confirmaron que era una mujer muy fuerte para soportar aquello, algo de lo cual yo nunca tuve dudas.

Esa es la historia de esta foto. Fotografía que acompañé con una ilustración de flores con color sobre blanco y negro para representar el cariño, el amor y la luz que sentí aquellos días con un simple gesto. No tengo dudas del poder de acompañar a una persona enferma. No importa lo difícil que sea el momento: un simple gesto de apoyo transmite una paz realmente sanadora.”

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