Pequeños pacientes, grandes lectores 3 archivos - Cultura en Vena https://www.culturaenvena.org/portfolio-category/ppgl-iii-edicion/ Acercando la cultura Fri, 10 Nov 2023 10:08:09 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.2.6 https://www.culturaenvena.org/wp-content/uploads/2020/01/favicon-cultura-en-vena.png Pequeños pacientes, grandes lectores 3 archivos - Cultura en Vena https://www.culturaenvena.org/portfolio-category/ppgl-iii-edicion/ 32 32 Un gran verano https://www.culturaenvena.org/obra/un-gran-verano/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=un-gran-verano Wed, 27 Sep 2023 09:30:34 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5860 La entrada Un gran verano se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autor: Darío Molero Gaspar, 12 años
Paciente del Hospital Universitario Fundación Alcorcón 
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría y miedo

Un día una gran familia compuesta por los dos abuelos de parte de madre y parte de padre con dos hijos se fue de vacaciones a Brasil. Cuando llegaron se dieron cuenta de que el clima era muy caribeño, por lo tanto, era muy caluroso. Nada más llegar se fueron a la playa. A los niños, al principio, les costó comunicarse, como a los padres y abuelos. Al cabo de tres semanas, ya se comunicaban perfectamente. Gracias a eso los niños hicieron muchos amigos con los cuales se lo pasaban muy bien. Los padres les dejaron mucha libertad a sus hijos, ya que sus amigos se conocían todas las calles, les dejaban salir hasta por la noche. Muchas veces mucho más tarde de lo que les decían sus padres, pero no les castigaban, total era verano podían disfrutar lo que quisieran. Una noche los niños con sus amigos encontraron a un vagabundo. A los niños les dio pena así que decidieron ayudarle de alguna forma. Cuando todos llegaron a casa se lo contaron a sus padres. Así que de esa forma los padres se pusieron de acuerdo para darle dinero y un oficio bastante buen en el cual era muy feliz, el vagabundo no sabía cómo agradecérselo a los padres.

Así que de esa forma los padres se pusieron de acuerdo para darle dinero y un oficio bastante bueno en el cual era muy feliz, el vagabundo no sabía cómo agradecérselo a los padres. 

Otro día les intentaron quitar sus pertenencias, pero sus amigos que eran más mayores les defendieron y los espantaron. El 1 de septiembre volvieron cuando acabó el verano. Ellos y sus amigos de Brasil seguían hablando, aunque fuese por teléfono se seguían llevando muy bien.

Bueno, esto ha sido una bonita historia de verano.

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Cuando te vas https://www.culturaenvena.org/obra/cuando-te-vas/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=cuando-te-vas Wed, 27 Sep 2023 09:29:18 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5857 La entrada Cuando te vas se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Inés Navas Dangel, 12 años
Alumna del Colegio Alemán (Guatemala)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría, amor, tristeza y calma

Hay días en los que despierto mucho más feliz, hay días en los que la pereza parece haberme coloreado el cuerpo, hay días llenos de sol que invitan a ir al parque, mecerse en el columpio e intentar comerse las nubes como si fueran algodón de azúcar. 

Hay días muy serios, como cuando tengo exámenes en el colegio. Me concentro, hago link entre mis ojos, mi cerebro y mis recuerdos de días pasados en el salón de clases y dejo escrito lo que sé, o lo que creo o pueden creer que sé, porque al final hay muchas cosas más dando vueltas en mi cabeza. Hay días de días. Algunas veces llenos de ruido, carcajadas y emojis, otras veces llenos de letras, palabras, hojas de papel y un gato ronroneado intentando dormir en mi lectura.

Hay días de días. Algunas veces llenos de ruido, carcajadas y emojis, otras veces llenos de letras, palabras, hojas de papel y un gato ronroneado intentando dormir en mi lectura.

Hay días de lluvia en los que el cielo escupe gotitas, gotas, goterones, trocitos de hielo y luego eructa truenos. Esos días son de lechita tibia con chocolate, ventanas empañadas que sirven para dibujar barquitos que traspasan el vidrio y navegan entre las correntadas de agua que se forman en la calle, llevando a bordo quizá a alguna tortolita que evitando ahogarse, trepó en la proa sin saber cuál será su destino.

Y hay días en los que, aunque el sol brille mucho, el viento cuente secretos o las estrellas se escapen, mis ojos parecen helados con calor. Esos son los días cuando te vas y el mar se pone en medio. Tú te despiertas cuando estoy durmiendo y yo no puedo ver tu foto, porque mi vista se ahoga.

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El mundo no es de colores https://www.culturaenvena.org/obra/el-mundo-no-es-de-colores/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=el-mundo-no-es-de-colores Wed, 27 Sep 2023 09:28:55 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5850 La entrada El mundo no es de colores se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Sara, 14 años
Paciente del Hospital Doce de Octubre (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría, sorpresa, amor, ira y tristeza

Érase una vez, en una ciudad que no había colores ni alegría, nació una pequeña niña llamada Fernanda. Un día, hace mucho tiempo, Fernanda plantó una semilla en mitad de un parque y no se lo dijo a nadie, porque pensó que, si alguien se enteraba, quitarían la semilla. Fernanda todos los días iba a visitar a la semilla para ver si había crecido, aunque solo fuera un centímetro. A pesar de que no crecía, ella seguía yendo todos los días al parque para ver la semilla.

Un día, volviendo del colegio con su madre de la mano, pasaron por el parque y Fernanda vio una cosita de color marrón y ella se preguntó ¿Qué será esa cosa marrón? ¿Será la semilla que he plantado? Sin esperar ni un instante, Fernanda salió corriendo en dirección al parque para ver qué era eso marrón que salía del suelo. Cuando llegó, vio que la semilla había hecho su trabajo y le había salido una rama. Fernanda, al ver la rama de color marrón, se sorprendió porque donde ella vivía las ramas eran grises y no marrones.

Fernanda, al ver la rama de color marrón, se sorprendió porque donde ella vivía las ramas eran grises y no marrones.

Su madre, preocupada porque no veía a Fernanda, la llamó, y Fernanda, al escuchar que su madre la llamaba, se fue con ella dejando la rama sola ahí.

Por la noche Fernanda preguntó a su madre:

―Mamá, ¿existen los colores?

A lo que la madre responde riéndose:

―Hija, ¿de dónde te sacas esas ideas? Claro que no existen los colores.

Fernanda subió las escaleras y se fue a su habitación pensando en la rama marrón que había salido de su semilla. Ella seguía pensando en cómo era posible que de su semilla hubiera salido una rama marrón. Al día siguiente, intrigada en sí había salido una hoja de su rama, se fue al parque sin avisar a su madre. Cuando fue a salir por la puerta la madre de Fernanda la paró y le preguntó:

―Fernanda, ¿a dónde vas? Hace mucho frío, si vas a salir ponte un abrigo y guantes. 

Fernanda le respondió:

―Mamá voy al parque, ahora mismo me pongo el abrigo y los guantes.

Fernanda, contenta, salió de su casa para ir al parque, a ver si por lo menos le había salido una hoja, pero lo único que vio en el parque fueron ramas marrones. Fernanda fue a su casa a por una regadera que tenía en su habitación y regó las ramas; y se fue otra vez a su casa. Cuando abrió la puerta, le estaba esperando su padre, había vuelto de Francia.

Su padre era un fotógrafo muy famoso que viaja mucho por el mundo y le veía poco, pero siempre le traía muchas cosas. Cuando le vio se le iluminó la cara a Fernanda y corrió hacia sus brazos. El padre, al ver a su hija, lloró de alegría y la abrazo muy fuerte. Al día siguiente, Fernanda se levantó y fue a la cocina para desayunar y despedirse de su padre porque tenían que ir a Estados Unidos a hacer fotos a los monumentos, pero cuando Fernanda bajó las escaleras, su padre se había ido y le había dejado una carta diciendo que en la cocina tenía unas tortitas con forma de corazón y que la quería mucho. Fernanda ya estaba acostumbrada, así que para consolarse se fue al parque para ver la semilla. Cogió la regadera y el abrigo y se fue al parque. 

Cuando llegó, en el parque Fernanda se sorprendió muchísimo pues a la rama le había salido una planta morada. Fernanda saltó de alegría porque su sueño se había hecho realidad: a la rama por fin le había salido una hoja, pero Fernanda pensó que era un sueño porque era de color morado y allí las hojas eran negras o blancas. Fernanda ya no sabía si contárselo a su madre o no, porque lo único que quería era que la semilla estuviera a salvo y que no le hicieran daño, así que Fernanda llamó a su amiga Carlota y se lo contó. Carlota le propuso que pusiera una circunferencia de cartón alrededor de la planta para que nadie pudiera saber que había allí un árbol. Carlota le dijo a Fernanda que la esperara allí, que ella iba a traer el cartón, las tijeras y celo para poder hacer la circunferencia alrededor del árbol. Cuando llegó Carlota al parque se pusieron manos a la obra y lo terminaron antes de que se fuera el sol. Cuando lo acabaron, Carlota le dijo a Fernanda:

―Fernanda, prométeme que no dejarás que nadie tale esté árbol tan bonito y colorido.

 A lo que Fernanda, alegre, le respondió:

―Te juro que este árbol no lo talarán.

Las dos se fueron a su casa. Al mes siguiente, el árbol ya medía cuatro metros y el cartón se rompió. Al ver lo que media, Fernanda se asustó porque ya no lo podía esconder más e iba a salir su árbol por la televisión y seguramente iban a talarlo. Al día siguiente, cuando bajó las escaleras, la madre de Fernanda le dijo a Fernanda:

―Fernanda, ¿sabes que en el parque hay un árbol lleno de colores?

A lo que Fernanda, sorprendida, le dijo:

―Mamá, ¿cómo te has enterado de lo de mi árbol?

La madre se puso el abrigo y salieron las dos hacia el parque. Había mucha gente alrededor y muchísimas cámaras de televisión. Fernanda, al ver tantas cámaras, se fue a su casa a por una cuerda y, cuando volvió al parque, ya no había nadie y su madre le dijo:

―Fernanda, no te quedes mucho por aquí porque dentro de poco van a talar el árbol para llevarlo a un museo de otro país.

A Fernanda no le gustó nada porque no quería despedirse del árbol que tanto había cuidado. Llamó a su amiga Carlota para que le ayudara a atarla al árbol para evitar que lo talaran.

Llamó a su amiga Carlota para que le ayudara a atarla al árbol para evitar que lo talaran.

Carlota aceptó y ató a Fernanda al árbol. Cuando la ató le dijo:

―Fernanda, mañana volveré por si necesitas ayuda para desatarte.

Al día siguiente, ya había mil cámaras y un montón de personas alrededor de Fernanda y su árbol morado. Los policías vieron a Fernanda atada al árbol y con un altavoz le dijeron que se fuera a su casa porque tenían que talar el árbol para llevárselo. Fernanda se negó, no quería que talaran su árbol. Así que dijo:

―¡No me iré de aquí! ¡Yo he puesto esta semilla aquí y para que la taléis y la llevéis a un museo!

Los policías, indignados, le volvieron a decir a Fernanda de que se tenía que ir porque si no, la iban a tener que quitar a la fuerza. La madre de Fernanda le preguntó a la policía si se podía acercar para ver a ver si ella podía convencer a Fernanda. Así que la madre le dijo a Fernanda:

―Hija, haz caso a los policías. Desátate para que puedan talar el árbol y se lo puedan llevar al museo.

Al oír esas palabras de su madre, la hija con lágrimas en los ojos le respondió:

―Mamá, este árbol me importa muchísimo y no quiero que lo talen. No me obligues a desatarme, por favor.

Al oír esas palabras, la madre le dijo a la policía que no podían talar el árbol porque a su hija le importaba demasiado el árbol. La policía le explicó que tampoco podían dejar el árbol en mitad del parque, que tenían que talarlo y que no había otra opción.

Tras escuchar esas palabras, Fernanda se puso triste. No se podía creer que al fin a su árbol se lo iban a llevar. La policía desató a la niña y la dejaron a un lado. Empezaron a talar el árbol, pero antes de que pudieran tocarlo un poco con el hacha, la niña cogió un micrófono de la televisión y dijo en directo:

―No podéis talar mi árbol morado. Todos estos días he estado cuidándolo y ahora no puedo dejar que os lo llevéis. Es algo que no quiero que pase. Entiendo que no se puede quedar en el parque, pero no os lo llevéis a un museo de otro país. Plantadlo en la plaza para que todos los que visiten el lugar lo puedan ver.

Al oír esas palabras, el alcalde dio la orden de que, al terminar de talar el árbol, lo pusieran en la plaza. Con los ojos llorosos, la niña abrazó al alcalde y le dio las gracias por darle la orden de que no se lo llevaran a un museo de otro país, sino que lo plantaran en la plaza. Al día siguiente, Fernanda le pidió a su madre que la llevara en coche a la plaza para ver si habían plantado su árbol allí. Cuando aparcaron y llegaron a la plaza, vieron el árbol que ya medía más de ocho metros de alto. ¡Fernanda estaba tan feliz de que el árbol estuviera allí! Lo abrazó tan fuerte que sentía como si fuera un peluche. Al final, Fernanda se dio cuenta de que siempre que se intenta algo, se puede conseguir; y que no siempre se consigue como se quiere. 

Y aquí concluye esta historia. Quiero dar las gracias a toda mi familia que me ha ayudado mucho a acabarla y a mi amiga Inés, que sé que le hará mucha ilusión que haya escrito un libro y se lo agradezca porque una amiga que siempre está a tu lado es mejor que un millón. Y todos sabemos que los amigos son tesoros así que le doy las gracias a ella que me ha apoyado en mis proyectos y que siempre está en las buenas y en las malas.

Porque una amiga que siempre está a tu lado es mejor que un millón. Y todos sabemos que los amigos son tesoros

 

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Ignorancia resuelta en 1ª persona https://www.culturaenvena.org/obra/ignorancia-resuelta-en-1a-persona/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=ignorancia-resuelta-en-1a-persona Wed, 27 Sep 2023 09:28:26 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5854 La entrada Ignorancia resuelta en 1ª persona se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autor: Nicolás García Baca, 12 años
Paciente del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría, sorpresa y calma

Once de febrero. Hoy me he despertado extraño. He desayunado y he bajado a comprar el periódico, como todos los días, pero, sorprendentemente, me sé todas y cada una de las noticias. Cuando vuelvo a mi casa ha empezado a hablarme gente a la que no conozco, pero parece que ellos sí me conocen. Saben mi nombre, dónde vivo, el nombre de mi mascota y cosas que ni siquiera yo sé de mí mismo, pero que, al darle vueltas, he caído en la cuenta de que son verdad. 

Hoy tenía planeado irme de visita a la casa de mi primo, pero no he encontrado las llaves de mi coche por ningún lado. Resulta que estaban debajo de mi gata. 

¿Qué hace esto aquí? 

No he podido pensar más porque lo siguiente que recuerdo es estar en un cuarto muy oscuro. No sé qué hacía allí, pero no ha importado, porque lo siguiente a eso ha sido aparecer caminando por la calle con mi gata a cuestas. 

Y, no sé por qué, pero me parece lo más natural del mundo. De hecho, estoy feliz. No sé la  razón tampoco de esto, pero así es. Sospecho que estoy perdiendo mi propia vida. Pero aquí estoy. Con un gato en brazos y caminando hacia ti. Y no me puedo sentir mejor. 

Es como si todo estuviera en armonía. Los árboles, los animales, las personas…

Es como si todo estuviera en armonía. Los árboles, los animales, las personas…

Y luego me he acordado.  

Ayer vino mi amigo a casa: aquél que me habló por primera vez hoy. Nos tomamos unos refrescos e invitamos a otro amigo. Este último me pidió que le dejara las llaves de mi coche, que tenía que ir a por una cosa en su casa. Cuando volvió, no sabía dónde dejar las llaves y me dijo que las había dejado en el primer sitio que vio: la casa de mi pobre gatita, que debió de pasar la noche con unas llaves clavadas en el vientre. Luego, todos salimos a dar una vuelta, para despejarnos y porque uno de mis amigos un poco alérgico a los gatos, y me dejé el periódico de ese día en mi quiosco habitual, con una foto mía que debió de desprenderse del interior del periódico cuando pasé por allí y una de mis tarjetas de visita. Por eso me hablaba gente que no conocía, y sabían muchas más cosas de mí de las que yo mismo sabía de mí: porque estaba tan mareado que yo no sabía nada de mí. Aparecí después en una habitación oscura porque cuando nos estábamos despidiendo bajé las persianas de algunas de las habitaciones de mi casa para dormir. Y luego, cuando estaba con mi gata en brazos, era porque la estaba llevando a la cita que tenía hoy con el veterinario, y como es tan perezosa, la tuve que llevar a cuestas. Me siento bien porque así es como es la vida, feliz. Y los momentos de intervalo de los que no recuerdo nada están causados por la resaca de ayer. Bueno. Es genial haberlo recordado.

Me siento bien porque así es como es la vida, feliz.

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Las emociones confundidas https://www.culturaenvena.org/obra/las-emociones-confundidas/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=las-emociones-confundidas Wed, 27 Sep 2023 09:27:50 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5864 La entrada Las emociones confundidas se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Aynhara, 10 años
Paciente del Hospital Marina Salud de Dénia (Alicante)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría y miedo

Aynhara era una niña de diez años que confundía sus emociones, siempre que tenía que tener miedo mostraba felicidad, y cuando tenía que tener felicidad mostraba tristeza o miedo. Así que un día decidió comentarle a su madre lo que sucedía. Su madre le dijo que cuando sucediera esto pensara en el contrario de la emoción que sentía, en un momento de tranquilidad. Llegó un día en que sus padres le dieron una sorpresa y en lugar de ponerse triste se puso feliz, y desde entonces puede mostrar sus verdaderas emociones en el momento adecuado.

Y desde entonces puede mostrar sus verdaderas emociones en el momento adecuado.

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La gallina rosa https://www.culturaenvena.org/obra/la-gallina-rosa/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-gallina-rosa Wed, 27 Sep 2023 09:27:03 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5869 La entrada La gallina rosa se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Aitana, 13 años
Paciente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría, sorpresa, amor y tristeza

Había una vez una gallina que se llamaba Pepa. Ella era una gallina normal, tenía pico, alas… Lo único que la diferenciaba es que era rosa. Ella iba todos los días a clases de piano. Pero como era rosa y no blanca pues no la querían, porque decían que por ser rosa tocaba mal. 

Un día su profe la echó. Ella fue a buscar otras clases, pero no encontró ninguna. Se encontró un bote con pintura blanca y se lo echó por encima. Ahora Pepa ya no era rosa, sino blanca. 

Se fue a las clases y como era blanca nadie la reconocía. Se puso a tocar y a todos les encantó. Para celebrar que había tocado tan bien, se fueron todos a dar un paseo. Pero empezó a llover y a Pepa se le quitó la pintura. Todos se sorprendieron al ver que era ella, y sin dudarlo nunca más la volvieron a echar del grupo por ser rosa.

Y sin dudarlo nunca más  la volvieron a echar del grupo por ser rosa.

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El pez albóndiga https://www.culturaenvena.org/obra/el-pez-albondiga/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=el-pez-albondiga Wed, 27 Sep 2023 09:26:36 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5874 La entrada El pez albóndiga se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Adriana, 12 años
Paciente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría y sorpresa

Había una vez un pez llamado Mondo, que le gustaba mucho una loba llamada Lola. Un día se encontraron los dos en la calle. 

-Loba Lola: Hola.

-Pez Mondo: Hola.

El pez Mondo pensó: ¡Qué guapa es la loba Lola! ¡Estoy enamoradísimo! -sintió mariposas en el estómago. 

El pez Mondo decidió llamar a su amiga, y quedar con ella un rato en el parque. Cuando fueron al parque, mientras estaban caminando, el pez Mondo tenía sed y como vio una botella de agua en el suelo, bebió de ella. Cuando bebió, automáticamente se convirtió en una albóndiga gigante. 

Cuando bebió, automáticamente se convirtió en una albóndiga gigante.

-Pez Mondo: ¿Qué es-tá pa-san-do? Tartamudeó Mondo. 

-Amiga de Mondo: ¡No lo sé! ¡Ayuda! ¡Mi ayuda se está convirtiendo en una albóndiga gigante!

La loba Lola oyó unos gritos y fue corriendo a ver qué pasaba. 

-Loba Lola: ¿Qué fueron esos gritos?

-Amiga de Mondo: ¡Mi amigo se está convirtiendo en una albóndiga gigante!

-Loba Lola: ¿Y cómo pasó? dijo la loba Lola con su acento argentino. 

-Amiga de Mondo: ¡Mi amigo se bebió una botella de agua del suelo y se convirtió en una albóndiga gigante!

-Loba Lola: ¡Eso no debía ser agua! ¡Hay que contratar a un detective! Yo conozco a una amigo que tiene un hijo que es detective

-Amiga de Mondo: ¡Perfecto! ¡Llámalo y que descubra que le ha pasado a mi amigo!

La loba Lola llamó al detective y este vino de inmediato. 

-Detective: ¿Qué está pasando aquí?

-Amiga de Mondo: ¡Mi amigo se ha bebido una botella de agua del suelo y se ha convertido en una albóndiga gigante!

El detective se puso a investigar y encontró una pista que llevaba a una casa. Cuando llegaron a la casa, el detective y la loba Lola encerraron a Mondo y a su amiga en el desván de la casa ¡Les habían engañado! ¡Habían caído en su trampa!

¡Sacadnos de aquí! gritó la amiga de Mondo asustada.

Mientras estaban encerrados, la amiga de Mondo se puso a investigar el desván de su casa y descubrió que si se comía la albóndiga saldría de esa gran albóndiga y se podrían escapar de esa casa. Se puso a comer la albóndiga: dio un mordisco, luego otro… y cada vez había menos. Cuando se terminó la albóndiga, los dos amigos se dieron un fuerte abrazo y consiguieron escapar de la casa juntos.

Los dos amigos se dieron un fuerte abrazo y consiguieron escapar de la casa juntos. 

Unos días después, se mudaron a otra ciudad y nunca más volvieron a ver ni a la malvada loba Lola ni al mentiroso detective. En su nueva ciudad estaban mejor y fueron felices y comieron perdices. 

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Los padres orgullosos https://www.culturaenvena.org/obra/los-padres-orgullosos/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=los-padres-orgullosos Wed, 27 Sep 2023 09:26:17 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5886 La entrada Los padres orgullosos se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autor: Thiago, 10 años
Alumno del Aula Hospital de Día del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infanto juvenil, Hospital Clínic (Barcelona)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría, sorpresa, miedo, amor, tristeza y calma

Érase una vez un padre y una madre orgullosos de su hijo en un hospital de Barcelona, el Clínic, en el año 2023.

Y el hijo que no se encontraba bien porque tenía dolor de barriga. Cuando se dio cuenta, el niño ya tenía el covid. Y sus padres estaban  muy preocupados  y lloraron de tristeza y de repente… sus corazones lloraron de alegría porque el futbolista preferido del hijo acababa de aparecer por sorpresa en la habitación del hijo, Messi, ¡¡¡¡¡el mejor jugador del mundo!!!!! El abuelo, que le quería mucho y que se parecía al nieto porque también había pasado por un hospital hacía poco, quiso darle la sorpresa y llamó a Messi que sabía que era una buena persona y le pidió que viniera al hospital Clínic a visitar a su nieto. Su nieto saltó de alegría. De repente el doctor dijo que solo era gripe. Y el niño fue muy feliz al recibir la noticia de que no tenía nada grave y se dieron un abrazo toda la familia. Y se acabó, fin.

Y el niño fue muy feliz al recibir la noticia de que no tenía nada grave y se dieron un abrazo toda la familia.

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¿Tan malo es tener miedo? https://www.culturaenvena.org/obra/tan-malo-es-tener-miedo/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=tan-malo-es-tener-miedo Wed, 27 Sep 2023 09:25:33 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5882 La entrada ¿Tan malo es tener miedo? se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Lucía, 11 años
Paciente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: miedo

Tumbado en mi cama miro por la ventana y veo a la luna brillar, a las estrellas aparecer de la nada y a las hojas de los árboles moverse sin parar debido al frío viento de esta noche de invierno. Temblando del frío me arropo con la manta a mis pies e intento acurrucarme en mi cama intentando evitar congelarme vivo, el corazón me va a mil, todo está muy oscuro, veo monstruos en sillas con ropa y hombres del saco en mi papelera. 

Siento que cada vez me es más difícil respirar. Pienso en llamar a mis padres, pero temo que puedan pensar que soy un cobarde sin remedio, empiezo a pensar en qué puede haber en mi armario o debajo de mi cama, escucho una voz profunda y ronca salir de mi baño y cuando me quiero dar cuenta me despierto de mi pesadilla gritando aterrorizado, mis padres me miran preocupados al otro lado de la puerta y me preguntan qué me ha sucedido, les cuento derrotado por el miedo mi pesadilla, y el por qué de no haberles avisado, y ellos ya un poco más calmados me explican que yo no debería estar avergonzado y que el miedo y la tristeza no son malos, que son emociones que no deberíamos guardarnos y que estando equilibrado son tan buenas como la alegría o la emoción. 

Me explican que yo no debería estar avergonzado y que el miedo y la tristeza no son malos, que son emociones que no deberíamos guardarnos.

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Sentiments profunds https://www.culturaenvena.org/obra/sentiments-profunds/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=sentiments-profunds Wed, 27 Sep 2023 09:21:42 +0000 https://www.culturaenvena.org/?post_type=portfolio&p=5928 La entrada Sentiments profunds se publicó primero en Cultura en Vena.

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Autora: Miriam, 15 años
Alumna del Aula Hospital de Día del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infanto juvenil, Hospital Clínic (Barcelona)
Emociones que encontrarás en este cuento: miedo y tristeza

Estic rodejada de gent feliç, però em continuo notant rara. Em sento sola, apartada. Segurament és culpa meva per no fer l’esforç d’ inclourem. Aquest és un dels meus problemes, estic tant preocupada pensant el que diré, per por de ser jutjada, que al final no dic res i així és com aconsegueixo el sobrenom de la tímida i la callada.

Estic tant preocupada pensant el que diré, per por de ser jutjada

Em sento atrapada dins d’una habitació fosca, sense cap sortida. I faci el que faci no puc veure aquella llum del final del túnel.

Em sento atrapada dins d’una habitació fosca, sense cap sortida. I faci el que faci no puc veure aquella llum del final del túnel.Ja no tinc control, i penso si algun cop l’he tingut.

La gent més propera m’intenta entendre i ajudar, però una cosa sobre tenir problemes mentals és que ningú ho pot acabar d’entendre/compren si no ho han experimentat en primera persona.

Veig a la gent somriure i pensant-ho bé i jo no puc ni sortit de casa sense que abans m’hagi agafat una inquietud molt desagradable.

Aquest trastorns no són visibles i just aquest problemes és el que et fa a tu visible, ja sigui per la gent que et mira malament i et diu que tu estàs inventant o per la gent que et vol ajudar i veure’t millor.

Tot aquest procés et pot trencar relacions, però també et pot portar amistats millors i més fortes.

Com he dit tot és un procés i s’ha de tenir paciència. Has de saber que no estàs sol/a i que sempre has de seguir lluitant.

 

TRADUCCIÓN: 

Sentimientos profundos

Estoy rodeada de gente feliz, pero me sigo notando rara. Me siento sola, apartada. Seguramente es culpa mía por no hacer el esfuerzo de incluirme. Este es uno de mis problemas, estoy tan preocupada pensando lo que diré, por miedo a ser juzgada, que al final no digo nada y así es como consigo el sobrenombre de la tímida y la callada.

Estoy tan preocupada pensando lo que diré, por miedo a ser juzgada

Me siento atrapada dentro de una habitación oscura, sin ninguna salida. Y haga lo que haga no puedo ver esa luz del final del túnel.

Me siento atrapada dentro de una habitación oscura, sin ninguna salida. Y haga lo que haga no puedo ver esa luz del final del túnel.

Ya no tengo control, y pienso si alguna vez lo he tenido.

La gente más cercana me intenta entender y ayudar, pero una cosa sobre tener problemas mentales es que nadie lo puede acabar de entender/comprender si no lo han experimentado en primera persona.

Veo a la gente sonreír y pasándolo bien y yo no puedo ni salir de casa sin que antes me invada una inquietud muy desagradable.

Estos trastornos no son visibles y precisamente son estos problemas los que te hacen visible, ya sea por la gente que te mira mal y te dice que te lo estás inventando o por la gente que te quiere ayudar y verte mejor.

Todo este proceso puede romper tus relaciones, pero también te puede traer amistades mejores y más fuertes.

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